Tecnolexibia.
Respetando cores e tecidos.

Filas de tijeras

By Astroboy
Filas de tijeras van desfilando muy sueltas y sin cortar en columnas de a dos por las callejuelas por las que me suelo emborrachar. Se kedan sin detenerse con todos los bares y gentes preguntando por Chik - Clack. Chik - Clack soy yo. Me buscan por un asunto turbio y no templado de drogas. Hace un mes , en el piso de unos amigos sudamericanos , degollé accidentalmente a una bolsa del tandy ... mi sorpresa llegó cuando al fin de semana siguiente mi portera se alarma ante la noticia de que los Chavos andan por la ciudad buscando al asesino de su compatriota. Nada más que la amante amateur de Tijeras de Pescado , el capo carioca más peligroso de américa latina.
Me encerré inmediatamente en casa . Comiendo palos de regaliz para mascotas , espreitaba desde la ventana con la persiana medio bajada los movimientos de la calle. Panaderos, el hombre del butano que nunca sube al tercer andar , barrenderos a las cinco de la madrugada y hasta cada uno de los perros buscavidas. Me sobresalaba con cualquier ruído ... la lavadora me parecía el estruendo de un furgón lleno de matones que me habían localizado. Apenas comía moscas que a saber cómo entraban en mi habitación tapiada. mis compañeros ... pensando que me debería haber comido una bolsa de chuches psicotrópicos me dejaron invernar durante aquellas primeras semsnas. Sólo se aseguraban de que todavía seguía vivo cuando salían a trabajar temprano , -"Clik !!", -"sí, sí...", y se ivan . Sobreviví aquellos momentos patéticos gracias también a nutritivas pulgas que dejaran como inquilinas sin permiso los perros que me caían bien en la noche e invitaba a a subir . Acumulaba mi propia saliva durante largo período y me la tragaba toda junta , para tener la sensación de un trago largo. Y el rocío de la mañana lo canalizaba con apuntes de arquitectura de mi compañero de andar . En forma de turulo arrastraba las gotas de la mañana hacia un jarrón de una planta muerta que habia dejado la anterior inquilina.. Me acariciaba los testículos contínuamente y ello me ayudaba a imaginarme acompañado. Cuando un día logré conciliar el primer sueño en noches sin sobresaltos , me dí cuenta de que igual ya estaba preparado para salir a las calluelas denuevo. Aquella paz intranquila ... pero es que me iva a morir en aquella habitación sin plantar un ciprés , sin copiar la biblia y sin abandonar a un hijo. Pasé aquel mi primer día de permiso en la calle al lado de los vecinos con los hombros encogidos , entretenido en los cuadradillos de las aceras. Siete mil novecientos carenta y siete había hasta la siguiente bocacalle. todos me irritaban , hasta mis aventuras sin gresca... desconfiaba de los escupitajos , me asustaban los pitillos encendidos , el chinchín de las chikitas en las taskas. Todo eran signos y significados de una inmensa paranoia que yo sólo me comía , merendaba y desayunaba. Kedé con algunos amigos a los que no le debía favores , asique me kedé con cinco.Pensé en curarme de todo aquello ...y hasta me atrevía a mirar los estúpidos magazines de enredos junto a la gente del piso por las noches. Ayudándome también la llegada de los jueves y viernes de cada semana , el licor de hierbas y el guiski sólo ... amenizaba tímidamente las tertulias en grupo y hasta me puse a buscar trabajo en las afueras ante la cercanía del fin del subsidio por desempleo. Era casi el de siempre . Tocaba culos a las mujeres bonitas y llevaba ostias por igual. La casera me puso una denuncia por acosar a su hija en el rellano de las escaleras. parecía que todo volvía a la normalidad del desorden establecido.
Pero un día , discutiendo con los viejos infelices en la vinoteca de la calle Rentería ... ví pasar a las dobles cuchillas andantes ... con sus metededos guiñando su vista en cada lokal.. en cada loco , en cada pijo y ejecutivo... Giré la vista a mi taza como si no fuera con nadie ... pero el rosario del vaso del señor Avelino me conjigó que eran los venezolanos colegas de la puta bolsa del tandy que me había cargado. Me buscaban a mí , seguro ... hasta los posos del café del señor Pardo lo presagiaban porque dibujaban una calavera no entera. Augurios de mierda ... nunca está de más no bajar la guardia ... Invité a la ronda de la mesa y me dirigí al baño de señoritas ... para pensar en mi estrategia con un poco más de brillantez. El antimosquetero interrumpió mis deliberaciones como quien manda la base sin depurar... Coño !!Estaba bloqueado. No podía compartir mi angustia con aquellos centenarios sin que se echaran a reír , brindando por mi raro pelotazo. La rendija de ventilación era demasiado pequeña para escaparme. No tenía más guevos que echarlos encima de la mesa y del parqué y apechugar con el miedo que me hacía cagar. Las piernas se me echaron a temblar poseídas por una fuerza inconsciente. ¡ Tenía la mente preparada ! Pero el cuerpo me traicionaba y me vendía. Logré salir del servicio fémino y me encaminé incluso exagerando el gesto como si estuviese alcoholizado perdido. Me senté en el taburete y grité en bajo ... ¡Vaya pandilla de tijeretas desastres hai ahí fuera!. La gente comenzó a reir a carcajadas como si aquella ocurrencia fuese la mejoe de la semana. el tabernero salió esopetado de dettrás de la barra abrazándome como quien abraza escuchando a la tuna compostelana puesto de ácido. El muy bobo me agarró bruscamente de la silla para que siga mi supuesto cachondeo hasta la calle. Las tijeras se habáin parado justo despues de la taberna de jose el fresco. no pude hacer nada para refrenarlo y todo el bar siguió nuestros pasos hasta la calle como si aquello fuera a ser buenísimo. Escupí al suelo empedrado y me enmarañé el pelo. puse cara de subnormal y balbuceaba sin sentido con el ánimo de camuflarme. Las risas de la gente del bar se agolpaban a nuestras espaldas. El puto barman barriobajero dice : "Eh tú ! Tijereta en semifallo!!Eres un gilipollas y mi amigo aquí presente te va a enseñar a pelear como los mejores !!! Me hice el ionqui dando puñetazos al aire y hacia otro lado , como peleando con un fantasma. La tontería podía salvarme el cuello !! La tijera que parecía ser el jefe me pinchó en el culo con la suavidad de un alfiler para llamar mi atención puesto que yom peleaba con el aire y en dirección contrária. Se me ocurrio dezir : " papá no te tengo miedo y pagarás todas juntas por lo que le hiziste al cartero! El resto de tijeras miraron hacia adelante y siguieron el camino con el propósito de no perder el tiempo con un niñato borracho. La jefa me miró un rato a los ojosa y siguió el camino de las demás , que clicheaban sus angostos metales hacia la intersección de La Baldomera. ¡ No encontró en esos dos segundos un atisvo en mí de culpabilidad y crimen! Me noté lleno de energía y vitalidad, salvado al fim del trajín !!
Enderezé mi cuerpo como un recién nacido, con ganas de empezar a emborracharme. Volví a dormir despierto años consecutivos pero todo el barrio rescataba la história de la memória colektiva de aquella anécdota en el que Chik pedísimo no supo hacer frente a unas pringadas tijeras de baño para los pies. Callé las risas y mofas sobre mí durante mucho tiempo , no desvelando la verdad de la histéria , riéndome y regocijándome para mis adentros en lo equivocada que puede estar la verdad común de unos ciudadanos cualquiera. Eso sí ... dí gracias a dios de devolverme el pellejo prestado a la señora muerte y todos los miércoles antes de perder casi por completo el sentido por la bebida... llevarle flores a la bolsa del Tandy , querida y amada antropogía. Desde entonces se me acostumbró el cuerpo sin pretenderlo y sin moral a cortar las bolsas con cucharas de plástico y a pagar por un céntimo de euro las bolsas del día.